Los ejecutivos del sector condicionaron la continuidad de los inversiones a que no haya una profundización del intervencionismo por parte del Gobierno.

Nadie los nombró. Pero la figura de Alberto Fernández y su compañera de fórmula Cristina Kirchner sobrevolaron los pabellones y auditorios de La Rural, donde ayer concluyó a todo ritmo la exposición anual de la industria del petróleo y el gas. Allí, en medio de shows musicales, stands imponentes y una concurrencia record superior a las 25.000 personas, los CEOs reclamaron señales claras en los precios, inversiones en infraestructura y medidas para proteger a la «gallina de los huevos de oro» en referencia al yacimiento estrella de Vaca Muerta.

Esos son algunos de los principales puntos de la agenda que los gigantes de la actividad salieron a defender durante la XII exposición Argentina Oil and Gas iniciada este lunes. Por estas horas, la industria comparte una sensación ambivalente de optimismo por la potencialidad en la explotación de recursos convencionales y no convencionales, pero también de incertidumbre por el resultado de las primarias y lo que intuyen como un probable cambio en la política energética ante un eventual gobierno del Frente de Todos.

«Vivimos muchas experiencias en las que manipulando los precios del petróleo y gas se llegó a hechos no queridos», recordó este miércoles Alejandro Bulgheroni, CEO de Pan American Energy, al cierre del panel de CEOs. Y en ese marco se refirió al futuro de la cuenca neuquina. «Hay consenso de que Vaca Muerta es una política de Estado porque incluye no solo una concesión en una provincia sino que requiere un compromiso de exportaciones a largo plazo y estabilidad macroeconómica», aseguró ante un auditorio colmado en La Rural.

En esa línea, el titular de la segunda productora de gas y petróleo del país apuntó contra las medidas adoptadas por el Gobierno de Macri para frenar la sangría de reservas y depósitos, que incluyó el congelamiento del barril de petróleo a través del decreto 566. «No es posible que uno exporte a un precio y luego lo obliguen a liquidar a otro valor del dólar, manejan el precio de mi petróleo», sostuvo. «Si es una concesión tengo derecho a llevarme el petróleo para hacer lo que quiera cumpliendo las normas, que es el autoabastecimiento local», agregó.

El empresario habló por varios de los presentes en la feria, que se quejaron por la pérdida de «oportunidades». En cuanto a los recursos, Bulgheroni destacó la potencialidad de un desarrollo más rápido del petróleo, mientras que respecto al gas dijo que por la capacidad limitada de los ductos «no hay otra forma que producir GNL (Gas Natural Licuado)». «Faltan gasoductos en Argentina, no se entiende por qué no se hacen, vamos a tener que seguir importando», sostuvo.

También planteó la necesidad de construir plantas de GNL para exportar y regasificadoras, así como la importancia de encontrar un «socio» para venderle el gas, con la mira especialmente puesta en China.

La contradicción entre las expectativas de crecimiento, el «cepo al petróleo» y la falta de claridad sobre el plan de Fernández generó un impase en la industria. La mayoría de los empresarios reconoce que hay una virtual parálisis de las inversiones, una decisión que en el caso de Vaca Muerta provocó la suspensión de 1.000 operarios en empresas de servicios y desembocó esta semana en una reunión entre las cámaras de la actividad y los gremios petroleros, según pudo saber iProfesional. 

«Si el marco regulatorio es estable, Argentina va a reemplazar importación de gas, pero todavía no pudimos por falta de señales de precios, y certeza para inversiones», dijo el jueves en el panel de CEOs Horacio Turri, director ejecutivo Energía y Petróleo de Pampa Energía, en la charla con Ernesto López Anadón, presidente del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), la entidad a cargo de la organización de la megaferia.

La empresa de Marcelo Mindlin, amigo de Macri, tiene presencia en toda la cadena energética. Con peso en Petrobras, Transener, TGS y Edenor, Pampa Energía controla la generación, transmisión y distribución de electricidad en todo el territorio nacional, y participa de la explotación de hidrocarburos –incluyendo Vaca Muerta- y el transporte de gas natural. Preocupado por una posible desdolarización de tarifas, el mayor empresario del sector eléctrico fue uno de los primeros ejecutivos en reunirse con Fernández, previo a las PASO, según reveló Letra P.

La política energética del candidato opositor es motivo de especulaciones en la actividad. Dentro del Frente de Todos hay diversos proyectos circulando y miradas contrapuestas sobre qué hacer en esa área, en particular en Vaca Muerta. Mientras Guillermo Nielsen plantea «blindar» las inversiones del yacimiento con la creación de un esquema impositivo «market friendly» y un fideicomiso en el exterior para colocar las utilidades, el referente en materia energética de Cristina Kirchner, Federico Bernal, plantea una política enfocada en la industrialización local, con prioridad en el mercado interno antes que las exportaciones.

En ese escenario, los peso pesado exigen por estas horas una ley que cuide sus inversiones en el segundo reservorio de gas del mundo y el cuarto en petróleo. El CEO del grupo Techint, Paolo Rocca lo propuso el mes pasado para reforzar el acuerdo de Vaca Muerta impulsado por Macri. Este implicó una flexibilización del convenio laboral de los petroleros, junto con beneficios fiscales y compromisos de inversión privada.

Pero el principal conglomerado industrial del país entro en crisis con el gobierno a principio de este año por los $5.600 millones en compensaciones. El holding demandó al Estado por una resolución que no le reconoce un precio mayor por el shale gas que logró extraer Tecpetrol, la pata petrolera de Rocca. Desde entonces puso en pausa su proyecto de construir un gasoducto y se guarda otro para levantar una planta de electricidad. 

El argumento de las petroleras para resguardar a Vaca Muerta de eventuales medidas es su impacto sobre el empleo, exportaciones y la captación de divisas. «Tiene un potencial enorme para el desarrollo energético del país, pero las inversiones necesarias requieren estabilidad y previsibilidad por varias décadas. Si una ley contribuye a pensar el desarrollo de Vaca Muera como política de Estado puede ser una idea a explorar», dijo a iProfesional el presidente de Shell en Argentina Sean Rooney.

La mayor productora de gas en el mundo anunció en diciembre pasado el pase a desarrollo de tres de los cuatro bloques que opera en el yacimiento neuquino, en donde alcanzó más de 6.000 barriles equivalentes. Ahora el objetivo de la compañía es superar los 40.000 a fines de 2021. Pero las operadoras sostienen que hacen falta condiciones para invertir. 

«Somos un inversor de largo plazo en el páis. Estamos hace 105 años, hemos visto pasar distintos gobiernos y estaremos por muchas décadas más en Vaca Muerta. Para eso es necesario, más allá de los gobiernos, un marco regulatorio y fiscal estable y previsible por mucho tiempo», señaló Rooney.

En ese sentido, el congelamiento del barril -señaló- le resta competitividad al yacimiento frente a otros activos no convencionales en el mundo, como Permian en Estados Unidos. Pero se mostró confiado en que las medidas son «transitorias» y que el sector retornará a un escenario más competitivo.

Fuente: IProfesional