El paquete de leyes vigente en la Argentina -que fue votado en la década del ’90, durante la presidencia de Carlos Menem, y al que todas las provincias han adherido mediante el Acuerdo Federal Minero– cede a las empresas beneficios exclusivos que no gozan otras ramas de la industria, como la agricultura y la ganadería.

Si bien la minería tiene un nivel de riesgo y de período de maduración de inversión más grande que otras actividades, la mayoría de las minas que se explotan actualmente en la Argentina fueron descubiertas por equipos técnicos del Estado en la década del ’80 y no por las empresas. “Por eso, los capitales extranjeros que llegaron al país ya tenían ese trabajo servido y comenzaron a perforar con la confianza de que eran proyectos viables y que iban a contar con grandes beneficios”

UN EJEMPLO DE MINERIA CON ARGUMENTO DE DAR

PUESTOS DE TRABAJO SOLAMENTE

Tanto es así que los aspectos comerciales, tributarios y financieros que caracterizan al sector minero actual, garantizan al inversionista la libre transferencia de sus ganancias al exterior, la libre comercialización interna y externa, y la estabilidad fiscal de los emprendimientos por un período de 30 años, el plazo más amplio otorgado por los países de la región. Además, las empresas privadas tienen el permiso de informar sobre la cantidad de minerales extraídos -dato del que se deducen los impuestos- mediante declaraciones juradas, que se basan en estudios de laboratorios ubicados en el exterior.

Por otra parte, a partir de la aprobación del Código de Minería en 1886, el Estado tiene prohibida la explotación minera dentro del territorio nacional, ya que es un derecho otorgado a perpetuidad sólo a particulares. Otra de las restricciones que la autoridad estatal debe respetar está relacionada con la exploración: el Estado puede llevar a acabo la investigación geológica y los estudios de factibilidad. Pero en el caso de hallazgo de recursos, estos deben ser transferidos a empresas privadas en el plazo de un año a partir del descubrimiento, mediante un llamado a licitación pública.

También se debe tener en cuenta que el marco normativo aprobado en los ’90 respondía a otro escenario. “En la época de Menem muchos yacimientos no se iban a explotar por el bajo valor del oro y el cobre. Pero ante la suba de la cotización, éstos yacimientos dejaron de ser meros prospectos y comenzaron a ser explotados”, destacó el técnico. Y, además, agregó: “Por eso es necesario modificar la legislación vigente e introducir lo que los mineros llaman la ‘Ley de Corte Móvil’, para que las empresas paguen más cuando la cotización internacional de los metales preciosos y de transición suben”.

Alrededor del mundo está creciendo lo que las propias empresas mineras llaman el “nacionalismo de los recursos”. Los gobiernos, locales o nacionales, impulsan medidas para tener una mayor participación en las ganancias del sector, teniendo en cuenta el ascenso de la cotización de metales como el oro, la plata y el cobre.

En Australia, por ejemplo, la recientemente asumida Primer Ministro por el Partido Laborista, Julia Gillard, impulsa en su campaña un impuesto del 40% a las “superganancias” o “windfall taxes”  (es decir, ganancias inesperadas) de las empresas mineras. Y, según informa la agencia Bloomberg, la propuesta australiana podría contagiar a gobiernos como Brasil, Perú, Canadá, Sudáfrica e India. En Chile, el presidente Sebastián Piñera envió un proyecto al Congreso para incrementar el impuesto de regalías mineras  de un 4% (la tasa mínima actual) a un rango del 5% al 9%, que se iría incrementando según los márgenes operacionales de las compañías y el precio internacional del cobre.  

Basándose en la cada vez más difundida teoría de las ganancias sorpresivas extraordinarias, el Gobierno argentino decidió, en 2007, introducir retenciones del 5 al 10% para las exportaciones de metales en bruto (aunque muchas empresas apelan a la estabilidad fiscal para no pagarlas). La actividad estaba exenta hasta entonces del impuesto a la renta y pagaba menos que las exportaciones al dulce de leche, por ejemplo, mientras que en los últimos tres años las empresas habían aumentado sus ventas externas de unos US$ 1100 millones a unos US$ 2500 millones, según datos de la Secretaría de Minería de la Nación.

Sin embargo, y a pesar que el país actualmente se encuentra en línea con sus pares de la región en cuanto al nivel de las regalías (rondan el 3%), un informe del Banco Mundial -que realiza una comparación de medidas económicas tomando como modelo una mina de cobre en diferentes países- ubica a la Argentina dentro del cuartil de naciones donde las empresas pagan las tasas impositivas más bajas.

SEGUIRA LA ARGENTINA ENTREGADO MINERALES » NO RENOVABLES » POR MAGROS PUESTOS DE TRABAJO TEMPORALES….DECISIONES NO SOLO POLITICAS….SINO DE TODOS NOSOTROS