Como titular esto es un simple numero. Ahora tomar conciencia de que todos los habitantes de este país 18.679.605 argentinos son pobres y la indigencia abarca 3.859.816 de los 46 millones de argentinos.

Cada uno de estos casos tiene nombre y apellido ademas las razones de este crecimiento son netamente las decisiones de política económica llevada adelante por el actual gobierno.

La línea de indigencia se mide por el costo de la canasta básica alimentaria, por lo que la inflación de alimentos resulta una variable determinante. En ese sentido, los precios de la canasta básica alimentaria se aceleraron en la segunda parte del año pasado, lo que se combinó con una fuerte caída real de los ingresos del sector informal de la economía. Los salarios no registrados avanzaron apenas 65% durante todo 2022, 30 puntos por debajo de la inflación.

El último dato de la Ciudad de Buenos Aires, difundido por la Dirección General de Estadística y Censos porteña, mostró que una familia de cuatro miembros que habita en la ciudad necesitó en febrero pasado percibir ingresos de por lo menos $98.186,22 para no ser considerada en situación de indigencia, $175.080,06 para no quedar comprendida en la pobreza y $269.055,56 para ser considerada de clase media.

En Chubut estos límites se elevan exponencialmente y en Comodoro Rivadavia una familia necesita $ 385.000 para no ser pobre. Y $ 560.000 para ser clase media.