Dos empresas ya aumentaron 12,5% los combustibles, aunque el Ministerio de Economía negocia Precios Justos con una pauta mensual de 5 por ciento.

Las naftas y los servicios públicos, cuyo costo inicial, en el inicio de la cadena, es en dólares. Las empresas del sector ya presionan por recomposiciones.

Dos compañías vendedoras de naftas al público ya aplicaron este miércoles a primera hora un aumento de 12,5 por ciento, de una sola vez. Hasta ayer los precios de los combustibles en los surtidores estaban regidos por los acuerdos de Precios Justos, con alzas topeadas de precios de manera mensual. Tras quedar abstracto ese acuerdo y sin ese corset, Raízen (Shell) y Puma incrementaron sus precios, mientras YPF, por el momento, no tomó ninguna determinación.

Para el caso de las naftas, el derrame de una devaluación hasta los surtidores está relacionado al precio del barril de petróleoque se paga en el mercado interno. Hay distintas variantes del camino entre el primer eslabón de la cadena hasta que llega al bolsillo del consumidor.

Otro capítulo, central en la determinación de los precios y en eventuales impactos de “segunda ronda” de un movimiento cambiario, es el de las tarifas. Fuentes oficiales aseguraron que tras la devaluación los equipos del Ministerio de Economía ya analizan el impacto que tendrá en la ecuación de costo de generación de la energía y la cuenta de subsidios.

“El 80% de los costos eléctricos está dolarizado y el 100% en el gas. Por ende, una devaluación implica un aumento de los costos en pesos. Ese aumento de costos puede o no ser trasladado a los usuarios”, mencionó a Infobae el economista especializado en energía Julián Rojo.

Fuentes oficiales ligadas al mercado eléctrico aseguran que la pulseada con las empresas distribuidoras para determinar un precio nuevo se iniciaron ya esta semana. De manera trimestral, la Secretaría de Energía suele determinar lo que se llama el precio estacional, aunque hay un valor vigente actualmente hasta octubre. Según pudo saber Infobae, las conversaciones -por el momento internas- en el equipo económico para determinar qué camino tomarán sobre tarifas y subsidios y, sobre todo, con qué velocidad, se iniciaron en las últimas horas.

En lo que va del año esa cuenta del gasto público tuvo una poda, en términos reales, cercana al 20 por ciento. El FMI auspicia un ajuste acelerado del gasto en subsidios energéticos y había proyectado, en la revisión técnica finalizada en marzo de este año, un ahorro para 2023 equivalente a 0,5% del PBI y que los subsidios cubran el 40% del costo de la energía, contra 70% que cubrían en noviembre pasado.