La llaman la “marea violeta”.

Esa es la expresión que algunos medios y expertos en toda Argentina usan para referirse a la forma en la que Javier Milei logró este 19 de noviembre una victoria contundente en las elecciones presidenciales de Argentina, obteniendo el 55% de los votos y logrando un apoyo mayoritario en 20 de las 23 provincias del país y en la ciudad de Buenos Aires.

Ese respaldo conseguido por el economista catalogado como libertario antisistema refleja un notable cambio en comparación con los resultados de la primera vuelta electoral, realizada el pasado 22 de octubre, cuando Milei llegó en segundo lugar con un 30% de los votos, por detrás del 38% logrado por el aspirante oficialista, Sergio Massa, quien es ministro de Finanzas del actual gobierno y fue el abanderado del peronismo.

En octubre, el mapa argentino era principalmente azul, mostrando las 13 provincias en las que se había impuesto Massa, mientras Milei solamente ganaba en 10, y Bullrich -candidata de la coalición Juntos por el Cambio- en 1.