Los montos previstos por las compañías no se tocaron. El Gobierno quiere al 93% de la población con 4G. Expertos creen que habrá que reformular los planes

Con el «nuevo» dólar, que ya ronda los $45, ¿peligran las inversiones de Telecom, Movistar y Claro? ¿Se verá afectado el uso de telefonía celular a corto plazo o mediano plazo?

La respuestas a estos interrogantes no sólo preocupan (y ocupan) al Gobierno -por los cientos de millones de dólares de desembolsos en juego-, sino también a los argentinos de a pie, usuarios intensivos de los servicios que prestan las «telcos».  

Si bien las compañías aseguran que los planes comprometidos no sufrirán modificaciones, el problema es que ahora -con el actual precio del billete verde- el monto involucrado puede resultar insuficiente para ejecutar todo lo planeado en un principio, allá por 2017. 

El Gobierno pretende que hacia fines de este año la cobertura 4G alcance al 93% de la población. Pero, a ojos de los expertos, la decisión de las compañías de no modificar sus partidas presupuestarias (en pesos) tras la devaluación, se choca con las expectativas de la administración Macri. Más aun, creen que no sólo no llegarán al objetivo previsto sino que habrá una renegociación de plazos.

Telco por Telco

Hoy día parece lejano. Pero lo cierto es que hasta no hace mucho se hablaba de los «brotes verdes» que estaban por llegar, de la mano de la administración macrista. En ese marco, cada una de las telcos daba cuenta de sus planes de inversión:

– Telecom había comprometido u$s5.000 millones sólo para el lapso 2018-2020 

– Telefónica hizo lo propio: $43.000 millones para el trienio 2017-2019 

– Claro hacía referencia a un plan de u$s400 millones anuales 

Así, el monto comprometido por las tres se ubicaba entre los u$s2.300 y u$s2.400 millones por año, con Telecom a la cabeza, seguida por Claro y Telefónica.

La excepción a la crisis: los sueldos de empleados «4.0» no paran de crecer y empresas se pelean por contratarlos

Tales promesas fueron hechas cuando el dólar cotizaba a $20. Y lo cierto es que no fueron actualizadas, pese a la disparada del billete que lo llevó a los $45. Aun así, el Gobierno mantiene su plan para que se incrementen los niveles de conectividad en el país. 

Según lo consignado por el vicejefe de Gabinete y secretario de Modernización, Andrés Ibarra, la idea del Ejecutivo es alcanzar durante este año:

– Los 9 millones de accesos a Internet de banda ancha en hogares, escuelas y reparticiones públicas

– Cubrir el 80% de las localidades con 4G (equivalente el 93% de la población) en lo que respecta a conexiones móviles

¿Pueden las telcos apurar sus planes y satisfacer las exigencias del Gobierno si el tipo de cambio, desde el momento en que se formularon los anuncios, se duplicó? 

«Será muy difícil alcanzar el 93% de cobertura 4G. Ya lo era antes, cuando el contexto incluso era más favorable. Sucede que la mayoría de los costos vinculados con las redes están dolarizados», señala a iProfesional, Sonia Agnese, senior analyst de Ovum para América latina.

La experta añade: «Personal es la que posee una mayor cantidad de localidades cubiertas, cerca de 1.500, mientras que Claro y Movistar llegan a unas 1.000 cada una. Alcanzar el 93% de la población implicaría cubrir entre 2.500 y 3.000 Es decir, más que duplicar la cifra actual».

Para graficar la situación Agnese comenta que «Personal, pese a haber realizado un gran despliegue en 2018, apenas pudo alcanzar las 400. Eso da idea de la dificultad que implica cumplir con los objetivos planteados en su momento».

Realidad sin Verso

«Hay dos mundos muy diferentes: uno con dólar a $20 y otro con dólar a $40. El plan de inversiones de u$s5.000 millones decidido en marzo no debería sufrir alteraciones por cuestiones tecnológicas o de mercado», señala Carlos Moltini, CEO de Telecom.

«El problema es que contemplábamos cumplir con esos desembolsos, a lo largo de tres años, con la generación de recursos propios en pesos. Como en ese lapso el billete pasó de $20 a $40, en vez de ejecutarse en un trienio llevará algo más de tiempo. Todo dependerá de las condiciones macroeconómicas», añade.