Pasaron tres presupuestos nacionales y no se logró incluir los dos tramos que faltan para asfaltar totalmente la Ruta 260. Si este año tampoco se prioriza, la zona suroeste de Chubut deberá seguir esperando por una de las obras fundamentales para su desarrollo. Son 107 kilómetros, divididos en tres secciones de las cuales una sola se licitó y los trabajos se interrumpieron.

El «viejo proyecto» del fallecido senador Marcelo Guinle pareciera hoy volver a la palestra a través de las declaraciones de un Gobernador electo, mas no en funciones todavía.

Son 107 kilómetros de la Ruta Nacional 260, divididos en tres secciones de las cuales una sola se licitó y ahora los trabajos están paralizados. Las críticas por el mal estado de la Ruta 40 en el noroeste de Chubut opacan por estas horas las consecuencias que sufre la zona suroeste de la provincia por el tímido impulso para que la pavimentación total del Corredor Bioceánico sea incluida en el próximo Presupuesto Nacional.

La historia se inició en 1996, pero casi 30 años después el panorama no ha cambiado demasiado y en este 2023 puede que todo vuelva a “fojas cero”.

En un acto protocolar posterior, con la presencia de Frei y del entonces gobernador Carlos Maestro, se estableció el inicio de la pavimentación de la ruta que une ambas ciudades. El país trasandino cumplió con lo acordado y un año después de la ceremonia finalizó sus 60 kilómetros de asfalto.

Pasaron los años y en el 2013 Argentina comenzó el proceso de licitación, que culminó en 2014. La obra fue dividida en tres tramos para generar más competitividad entre las empresas y que “las tareas avancen de manera más rápida”.

Durante el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se adjudicaron los tres tramos a distintas empresas, pero la llegada de Mauricio Macri a Casa Rosada deshizo todo lo logrado: Vialidad Nacional rescindió dos de los tres tramos licitados después de que el mandatario chubutense Mario Das Neves asegurara que “la obra no era prioritaria”. Todo quedó paralizado

SEGUNDA INTENCION 

En febrero del año pasado Vialidad Nacional informaba que la pavimentación del Corredor Bioceánico avanzaba correctamente. “Los trabajos corresponden a la Sección 1, cuya longitud es de 23 kilómetros, que se desarrolla desde el cruce con la Ruta Provincial 51 hasta la localidad de Lago Blanco, a la altura del Km 81”, decía el informe de prensa del ente nacional. Y agregaba: “La RN260 posee una longitud de 107 kilómetros, tiene su origen en el empalme con la RN40 y finaliza en el paso internacional Huemules, en el límite con Chile. Su pavimentación se ha convertido en un hito en la infraestructura vial de la provincia, que modernizará el Corredor Bioceánico que conecta los puertos de Comodoro Rivadavia y Chacabuco en Chile, y favorecerá el intercambio comercial, productivo y turístico entre ambos países”.

Los meses pasaron y la obra se frenó. La inflación generó que los costos se fueran incrementando y que los trabajos fueran interrumpidos.

TERCER INTENCION

Según dichos de Ignacio Torres, mantuvo reuniones con los futuros jefes comunales de distintas zonas de la provincia para definir las obras que impulsará sean incluidas en el Presupuesto Nacional 2024.

Entre ellas mencionó la repavimentación integral de la Ruta Nacional 40, en el noroeste chubutense. Y, además, anunció que iniciará acciones judiciales para que el Estado Nacional intervenga en forma urgente ya que el estado de esa arteria es “deplorable”, en sintonía con el amparo colectivo presentado por el senador nacional y mandatario electo de Río Negro, Alberto Weretilneck.

Similar reclamo podría encabezar respecto a la pavimentación del Corredor Bioceánico, ya que hasta ahora pasaron tres presupuestos nacionales y no se pudieron incluir los dos tramos que faltan para asfaltar totalmente la Ruta 260.

Si este año tampoco se prioriza, la zona suroeste deberá seguir esperando por una de las obras fundamentales para su desarrollo económico y social.

como dice un viejo refrán: ESPEREMOS QUE LA TERCERA SEA LA VENCIDA….